Introducirse en la poesía de Miriam López Aguirre es algo parecido a bucear en un mundo en azul. Allí, ella, con una maestría única, plasma versos llenos de amor en los que no deja espacio para reclamos, sino que son un canto a la armonía y al éxtasis de sentirse mujer plena, en un
mundo dominado por un machismo espantoso. En su poesía, pide ser amada y su alma pugna con los silencios atroces a los que su endeble figura de mujer apasionada es sometida. Y no evade este juego malvado y descarnado; sino que, por el contrario, ella se enfrenta con su poesía, esparciendo aromas de las más bellas flores del paraíso a un intransigente mundo, contrario a su condición de mujer.