El amor fraterno y sapiente de una noble abuela para con su nieto, es el corazón palpitante de este relato. La historia de un niño, Nico, en pleno desarrollo escolar, que a la vez aprende de la vida misma, de su entorno y de su familia. Los sueños y las fantasías propios de la edad también están presentes, como una manera de abrir la mente a situaciones inesperadas. En un poblado caluroso de clima invariable, al norte del Perú, de pronto el milagro de un deseo se hace realidad, aunque con el precio de una pérdida difícil de superar. Una bola de cristal es el instrumento para ello, con la cual la realidad se trastoca a través de diversas situaciones en las que, al fin, se entiende por qué las ausencias más cercanas dejan una huella profunda. De ágil escritura, con la lección ejemplificadora que remarca el valor de los sentimientos honestos y sencillos, los ecos de una naturaleza pura, rural, terminan por redondear esta narración.