El libro "Protección y Práctica" ofrece una profunda exploración sobre un tema crucial para la odontología: la bioseguridad. La investigación realizada en la Universidad Latinoamericana CIMA, Tacna, busca identificar la relación entre el nivel de conocimiento y la aplicación de las medidas de bioseguridad entre los estudiantes de odontología, enfatizando la importancia de estos protocolos para la protección tanto de los profesionales como de los pacientes en el entorno clínico.
Este estudio, de enfoque cuantitativo y diseño no experimental, recurre a un método exegético, comparativo e hipotético deductivo para analizar una muestra de 61 estudiantes de los últimos semestres académicos (8º y 10º). Los instrumentos empleados, un test de conocimientos y una lista de cotejo para la evaluación de la aplicación de las medidas de bioseguridad, fueron validados con índices de fiabilidad elevados (0,801 y 0,818), garantizando así la precisión de los resultados obtenidos.
Entre los hallazgos, destaca que el 50,8% de los estudiantes tiene un nivel de conocimiento medio en bioseguridad, mientras que un alarmante 19,7% revela un conocimiento bajo o nulo. Esto se complementa con un análisis de las prácticas, donde solo el 32,8% aplica correctamente las medidas de bioseguridad, mientras que el 67,2% lo hace de manera regular, exponiendo una desconexión preocupante entre lo que se sabe y lo que realmente se pone en práctica.
El análisis estadístico mediante la prueba de Chi cuadrado refuerza estos hallazgos, demostrando una relación significativa entre el nivel de conocimiento y la correcta aplicación de las normas de bioseguridad (p = 0,00). Esto subraya la urgencia de fortalecer las estrategias educativas en bioseguridad dentro de las clínicas universitarias.
Este libro no solo invita a la reflexión sobre la enseñanza de la bioseguridad, sino que también propone un replanteamiento de las prácticas pedagógicas actuales para cerrar la brecha entre el conocimiento teórico y la implementación efectiva en el contexto clínico.