Cuando canta el pichiu constituye una cuidada y apretada selección en la que su autor vuelve la mirada hacia sus anteriores publicaciones y nos ofrece un repaso por los momentos más entrañables de su trayectoria prosística. La obra de José Luis Almeyda Tasayco confirma el amor que siente por el terruño y ratifica, una vez más, su clara filiación en razón de sus motivos.
Y al igual que las tradiciones de Toribio Alarco Carrillo de Albornoz o de Abelardo Alva Maúrtua; los relatos populares de Enrique Foley Gambetta o Gontrán Pachas de la Cruz; o las sabrosas crónicas de Jorge Donayre Belaúnde o Luis Brignole Roy, la narrativa de José Luis Almeyda Tasayco se esmera en develar los misterios que encierra su universo pueblerino. En ese tránsito, atestigua sus recuerdos, los nutre de datos oportunos y precisos, les insufla vida a través de sus personajes y los comparte con el lector para entablar un diálogo ameno con sus recuerdos.
A través de un estilo claro y sencillo, lejano de todo artificio, José Luis Almeyda Tasayco ha logrado construir historias cercanas a cualquiera de nosotros. Desde su lugar de enunciación, nuestro autor hace hablar y cantar el campo sunampino, pero toda Chincha está presente en él; y quien leyere sus páginas podrá constatar que está frente a un libro sustancioso que aviva y vuelve nuestros pensamientos hacia un lugar al cual nunca debimos desatender.