En el acelerado entorno empresarial actual, el concepto de liderazgo ha evolucionado hacia nuevas perspectivas. Ahora, no solo se trata de tomar decisiones correctas o manejar procesos eficazmente, sino de entender, impactar y guiar a través de las emociones. El surgimiento de la importancia de cultivar habilidades emocionales en el liderazgo, a través de la Inteligencia Emocional como recurso clave en el ámbito organizacional, responde a la urgencia de equipar a los líderes con herramientas emocionales que les posibiliten no solo mantenerse a flote, sino también crecer en entornos cada vez más intrincados, variados y globales.