Uno de los retos actuales en la formación en salud es lograr calidad y excelencia, teniendo en cuenta los cambios en los ámbitos político, social y económico. Los docentes gestores se esfuerzan por ofrecer una formación universitaria que se adapte a estos cambios y que promueva un equilibrio entre los escenarios docente-asistencial. Esto busca desarrollar profesionales creativos y críticos capaces de analizar y resolver problemas cambiantes en la atención al paciente.