Históricamente, los países ricos en minerales e hidrocarburos han confiado su desarrollo a un doble mecanismo: el eficiente uso de la renta extractiva captada por el Estado y el encadenamiento entre el sector extractivo y otros sectores de la economía. Sin embargo, la experiencia durante las últimas décadas muestra que, frecuentemente, ese doble mecanismo no funciona. Es importante entender mejor qué factores explican esa falta de resultados positivos y analizar si es posible incidir sobre ellos.