La anemia infantil es un problema de gran relevancia en el país,
afecta especialmente a las comunidades rurales. Esta condición,
una verdadera paradoja del mundo moderno, persiste debido a
deficiencias nutricionales en una era caracterizada por un acceso
sin precedentes a la información sobre alimentación y salud. Sin
embargo, esta abundancia de información contrasta con las profundas
desigualdades económicas y la deficiente distribución de recursos. Las
barreras culturales, económicas y educativas que enfrentan las familias
resaltan la urgencia de abordar la anemia desde un enfoque social y no
únicamente sanitario, para así entender y combatir las causas de este
problema que afecta el desarrollo de nuestros niños y comunidades.