Viajan, sueñan, inventan y nunca dejan de recordar. Para los personajes de El perro no vendrá más a olisquear, tercer libro de cuentos de Teófilo
Gutiérrez, la memoria es un ejercicio de vida y el recuerdo siempre está ligado a los olores, sabores y texturas de aquello que ya no existe pero, con su lograda sinestesia, pervive en cada detalle como una dolorosa fantasmagoría. Gutiérrez vuelve con destreza sobre el territorio que domina: ese Perú rural y remoto que logró sobrevivir a la violencia
política de la guerra interna pero sigue olvidado por el Estado. Y lo hace a través de distintas historias unidas por los trazos cortos y precisos de su prosa, y por esa voz coral y polifónica que, pese a la risa persistente, parece atrapada por su melancolía. Hay que leer a Teófilo Gutiérrez. Hay que redescubrilo. Ningún escritor que haya recibido los elogios de Miguel Gutiérrez y Antonio Gálvez Ronceros puede pasar desapercibido.
DIEGO TRELLES PAZ