El Ranking de Competitividad Mundial 2024 clasifica a 67 economías basándose en su capacidad para fomentar prosperidad a través del uso eficiente de recursos y habilidades disponibles. Este año, Perú se encuentra en la posición 63 de 67 países, registrando su puntuación más baja histórica con 43.4 puntos, un descenso notable desde los 48.1 puntos del año anterior y una caída de ocho puestos.
Los resultados de esta edición revelan los retos que Perú debe abordar para mejorar su competitividad. La Infraestructura sigue siendo el pilar más débil, situándose en el puesto 63, lo que destaca la necesidad urgente de invertir en infraestructura básica, tecnológica y científica para impulsar la competitividad del país.
Fuero de ello, lo que más destacó en negativo en esta medición, fue el magro comportamiento del pilar de Desempeño Económico con un alarmante retroceso hasta el puesto 60. Esta caída se debe a factores como la economía doméstica y el comercio internacional, que han mostrado escasos avances. Para mejorar en este aspecto, es crucial atraer más inversiones y mantener la estabilidad económica.
En el pilar de Eficiencia Gubernamental, Perú ocupa el puesto 55, mostrando un recorte de cinco posiciones respecto del año pasado, por la persistencia de problemas en áreas como las finanzas públicas y el marco institucional, lo que indica la necesidad de un enfoque integral para mejorar la gobernanza.
En cuanto a la Eficiencia Empresarial, Perú ha descendido al puesto 60, reflejando un entorno empresarial que enfrenta importantes obstáculos en productividad, eficiencia laboral y gestión. Este resultado subraya la necesidad de implementar reformas que promuevan un entorno más favorable para los negocios y la innovación.
A nivel global, Singapur lidera el ranking, seguido por Suiza y Dinamarca. Estos países han demostrado un desempeño sobresaliente en áreas clave como la eficiencia gubernamental e infraestructura. Irlanda ha ascendido notablemente al segundo lugar, impulsado por mejoras significativas en desempeño económico, eficiencia del gobierno y eficiencia empresarial.
El panorama de la competitividad mundial sigue siendo dinámico, con fluctuaciones significativas en las posiciones debido a la interacción compleja de factores como la inflación, el riesgo geopolítico y la fragmentación política. En Europa y Asia, los países han mostrado resiliencia y adaptabilidad en sus políticas económicas.
En América Latina, Chile se mantiene como el país más competitivo de la región, aunque en una posición inferior a nivel global. México, situado en el puesto 56, ha mostrado un desempeño mixto en los diferentes pilares. Colombia, a pesar de las mejoras en su puntaje, ha descendido en la clasificación general, situándose en el puesto 57.
Perú, Argentina y Venezuela se encuentran en las últimas posiciones del ranking, destacando la necesidad de reformas estructurales profundas para mejorar su competitividad. La situación de Perú, reflejada en estos resultados, es crítica puesto que en 2023 ocupaba el segundo lugar dentro de las economías latinoamericanas del ranking con mejor calificación.
Para que Perú aumente su competitividad, es esencial un enfoque integral que aborde los desafíos en infraestructura, eficiencia gubernamental, eficiencia empresarial y desempeño económico. La implementación de políticas efectivas y la promoción de un entorno favorable para los negocios y la innovación son claves para lograr un crecimiento sostenible y equitativo.