La investigación sobre el pueblo Poques, llevada a cabo por Ricardo Valderrama Fernández durante dos décadas, se presenta como un caso singular entre las monografías sobre comunidades. El autor no solo ofrece descripciones típicas de la geografía, la población y la economía, sino que también explora el manejo de la administración estatal y la influencia de la iglesia, cuidando especialmente la recolección de pensamientos y aspiraciones de la comunidad.
El trabajo revela la compleja estructura de poder entre los Puyquis, destacando las reglas sobre la selección de autoridades, que permitieron la cooptación de los miembros según el cumplimiento de roles previos y el respeto a la jerarquía dentro de la comunidad. La sorpresa del autor surge al observar cómo estas reglas establecen un debate respecto a la autoridad y la tradición, en un contexto que recuerda el privilegio en el Quzco Inka de tener la última palabra en discusiones clave.
Además, Valderrama analiza las relaciones entre las comunidades indígenas y los mestizos, y cómo estas tensiones se reflejan en la forma de vida y en las diferentes maneras de ejercer la religión católica, así como en las actitudes hacia el trabajo. Se mencionan específicamente las dinámicas entre los Puyquis y los mestizos, dos grupos que, a pesar de sus diferencias, comparten un espacio social y económico, generando un contexto rico en intercambios culturales y de costumbres.