Esta valiosa entrega de tres poetas ayacuchanos reafirma que la poesía es la más elevada de las filosofías: una búsqueda, a través del lenguaje, del absoluto o de lo efímero en la exactitud artística. Independientemente de su dirección o destino, la tensión de las palabras logradas nos invita a descubrir, en las realidades que construyen, el alma de cada cosa y una profunda revelación: la esencia humana, inseparable de la vida. Desde una poesía descarnada y áspera hasta una lírica profundamente estética, los versos transitan libres y desnudos en sus imágenes y metáforas, oscilando entre la vehemencia, el temblor y la claridad de su propósito. Así, nos acercan a la identidad, la evocación, la experiencia, la introspección y la reflexión sobre lo inexorable de la existencia. Finalmente, despiertos al furor y al goce, será la decisión de los lectores la que determinará si enfrentarse, experimentar o dejarse invadir por estas páginas.
Javier María Olórtegui Huamaní
Ayacucho, 1989-