Venezuela no es sólo un país; es un deseo constante, un desamor recurrente, un improperio a veces, pero siempre el hogar que dejamos o que, resignados, vimos desvanecerse poco a poco. En las páginas de Inmigrantes Crónicos, Neyda Velázquez nos invita a sumergirnos en el río del eterno retorno, donde la risa se convierte en un salvavidas, descoloca los recuerdos y transforma el dolor en fuerza.
Estas crónicas son más que relatos; son fragmentos de historia que emulan el recorrido de las caravanas trashumantes. A través de paisajes cambiantes y emociones profundas, acompañamos a los miles de venezolanos que cruzaron Colombia y llegaron a la fría Lima, impulsados por la urgencia de un nuevo comienzo, convirtiéndose en inmigrantes crónicos.
Con una escritura honesta y profundamente humana, Velázquez teje historias impregnadas de humor irónico, ese que, como decía José Ignacio Cabrujas, “es otra manera de amar y de evadir la furia”. Sus crónicas no sólo memorializan experiencias; también las redimen, invitando al lector a reír, reflexionar y sanar a través de ellas.
Inmigrantes Crónicos es un testimonio terapéutico, una lectura que celebra la dicha de recordar y la fortuna de compartir nuestra identidad, recordándonos que incluso en el exilio, seguimos construyendo el hogar.