La obra tiene dos capítulos muy amplios: el primero en torno a la propiedad y el segundo referido a la tutela de la propiedad a través de la declaración de mejor derecho de propiedad. En el primer capítulo hay cinco subcapítulos que permiten entender de una manera prolija el derecho subjetivo de la propiedad. El subcapítulo primero desarrolla la historia de la propiedad. Es aquí donde Mitchel Torres demuestra su interés por la relevancia del conocimiento de las fuentes históricas para entender una institución jurídica. Es importante su aporte y conocimiento del derecho romano y de los jurisconsultos e historiadores del derecho a la propiedad.