El libro Entre el Mar, el Río y la Laguna: Poesías y Recuerdos Autobiográficos es una obra que surge de la reflexión y la experiencia pedagógica en el aula. Su autora, Fabiola Lorena, nos transporta a través de sus poesías y relatos autobiográficos, compartiendo sus vivencias como educadora y su lucha por transformar la educación desde la comprensión profunda de sus estudiantes.
A partir de su vasta experiencia, Lorena denuncia las malas prácticas que ha observado en las aulas, pero también ofrece una perspectiva inspiradora sobre la enseñanza, resaltando la importancia de conocer al estudiante en su realidad personal, familiar, comunal y cultural. Con una "mano maestra sorprendente", logra integrar conocimientos sobre el Currículo, el Marco del Buen Desempeño Docente, los principios de la educación y enfoques innovadores, todo ello sin prejuicios ni temor.
La obra también reflexiona sobre la relación entre el docente y sus alumnos, recordando la enseñanza de Sócrates: "Conócete a ti mismo". La autora enfatiza que el verdadero aprendizaje solo ocurre cuando el educador se conoce a sí mismo y logra conectar con sus estudiantes desde la confianza y el respeto mutuo. En este sentido, recupera la filosofía de John Dewey, quien distingue cuatro tipos de autoridad del docente en el aula, subrayando que la única realmente efectiva es aquella que se gana a través de la confianza de los alumnos.
El estilo de Fabiola Lorena es una combinación singular de prosa y verso, lo que confiere a la obra un tono poético y reflexivo a la vez. En sus páginas, se mezclan la alegría infantil con una profunda melancolía, revelando una autora que no teme mostrarse vulnerable y auténtica. Con esta obra, Lorena se convierte en una figura comprometida con la educación, demostrando que enseñar va más allá de transmitir conocimientos: es un acto de amor, comprensión y entrega.
Entre el Mar, el Río y la Laguna es un testimonio valioso para educadores y lectores en general, pues nos recuerda que la enseñanza es una vocación que requiere dedicación, empatía y, sobre todo, la capacidad de comprender y guiar a quienes están en proceso de aprendizaje.