La idea de que todos los niños y adolescentes tienen la capacidad para las matemáticas se reconoce cada vez más, pero la creencia de que algunos cálculos tienen dificultades y todos utilizamos matemáticas en nuestras vidas diarias mantiene nuestra capacidad motora de desarrollo bien determinado mediante cálculos matemáticos. Sin embargo, en la mayoría de las matemáticas tradicionales, los maestros valoran y elogian la punición al monitorear las intenciones de los niños y a menudo reducen las matemáticas a la mera observación.
En consecuencia, mucho del conocimiento personal o comúnmente, la experiencia espontánea, los niños adquieren matemáticas fuera de la escuela, donde se toma en cuenta para alcanzar un conocimiento personal de forma temporal, flexible y dinámica. Pero una vez dentro, la actitud personal y la experiencia, en general, no son alentadoras y tampoco sirven de referencia o punto de partida para la educación del primer niño. Los juegos educativos se presentan como una alternativa para cubrir algunos de los vacíos existentes en la enseñanza de matemáticas en la educación básica, con ayuda de juegos educativos.
La propuesta podía aportar conocimiento sobre la capacidad de los niños y sobre los beneficios de un tipo de práctica distinta y novedosa que asegura entretenimiento y diversión en las matemáticas.