Agrupados en cuatro secciones —«Y de pronto, nada es nuestro», «¿Qué pasó con el fuego», «Arde un grito en mi silencio» y «Un puñado de átomos dispersos»— los poemas aquí reunidos nos hablan de temas tan universales como la finitud de la vida y la certeza de la temporalidad de nuestro destino; el amor, junto con el desamor y sus bemoles; la escritura como una vía de escape del mundo así como de encuentro con uno mismo; y los vaivenes en la vida de un hombre que, como todos, vive alegrías y tristezas, alimenta sueños y confiesa sus demonios.
Así, los poemas de Un puñado de átomos dispersos, primer poemario de Edwin Dyer, dialogan entre sí como las estaciones de una sinfonía, brindándonos la oportunidad de acercarnos a la música de este universo literario que bebe de distintas tradiciones: desde el soneto y la rima tradicional, hasta los versos que nos regala la poesía contemporánea.
Los lectores que se acerquen a este universo, sabrán reconocer esa música de las esferas y, por qué no, descubrir esa voz que, aunque muchos queramos levantar, aguarda su momento para dibujarse a través de la escritura, o proyectar su fuerza en alguno de los múltiples caminos que el arte nos presenta.