Durante mi niñez, en algunas ocasiones, lastimé a algún animalito sin querer. Recuerdo que, de niña, encontré un sapito dentro del balde con el que sacaba agua del pozo. Al saltar verlo hacia mí, tomé una piedra para espantarlo, pero, sin intención, le cayó en el lomito. El pobrecito, herido, corrió a esconderse, y en ese momento, una profunda tristeza me invadió.
Los sapos me asustan, no porque puedan lastimarme, sino porque su aspecto es, ¿cómo decirlo?, poco simpático. Pero, ¿es justo maltratar a los animalitos solo por su apariencia? ¿Quiénes somos para decidir si son bonitos o tiernos? ¿Merecemos, acaso, el apelativo de seres humanos? ¿Hemos hecho lo suficiente para ganárnoslo?
Nada justifica el maltrato hacia los animales. Por eso he escrito este libro de cuentos, con la esperanza de que aprendamos a verlos como lo que son: seres vivos que necesitan amor, no piedras en el lomo. Ellos también desean ser felices, al igual que tú… al igual que yo.
Esta obra es la segunda parte de la saga titulada CHARAPA YO, cuyo primer libro, Salvajemente Amigos, nos permitió descubrir el valor de cuidar nuestro medio ambiente y también a nuestros amigos.