Esta no solo es una excelente novela de suspenso; es una mirada retrospectiva a un hecho real, la tragedia del Estadio Nacional, en 1964. Uno de sus sobrevivientes relata lo ocurrido, así como las secuelas sobrenaturales posteriores a la infausta fecha, que han convertido al recinto futbolístico más representativo del Perú en una espiral de fatalidad que se extiende hasta hoy, medio siglo después.