Un ainoko es un mestizo de japonés con otra cosa. Ainoko viene de injerto, se refiere al matrimonio híbrido, y aunque técnicamente es una de esas palabras que no quiere decir nada malo, era o es despectiva. La palabra «ainoko» era usada como insulto, aunque hubo quienes quisieron resignificarla como fruto del amor verdadero. «Eso de ser ainoko» es un mosaico de historias de ambas familias del narrador, personaje que crea el autor real para contar detalles no solo de sus vidas, sino de estos encuentros y conflictos. Estas historias, en las que desfilan la ternura, el humor y la rabia, dejan preguntas desde una estética de la contención, donde las emociones se insinúan y se contraponen. A su vez, desarrolla un enfoque hacia lo social, pues el libro se enmarca en una mirada hacia la historia del Perú, en un contrapunto con los cambios en la política y la sociedad peruanas, en el transcurso de diversas generaciones entre los siglos XX y XXI. El texto invita a preguntarse cómo lo político y lo cultural influyen en la permanente construcción y reconstrucción de la identidad de las personas. Por otro lado, «Eso de ser ainoko» es una propuesta escénica contemporánea en la cual, bajo el dispositivo de la conferencia performática, dialogan autoficción, teatro documental y teatro físico. Este artefacto es uno de los ganadores del Concurso Anual de Proyectos de Creación 2024 del Vicerrectorado de Investigación de la Pontificia Universidad Católica del Perú.