En un mundo donde la inmediatez y la sobreinformación marcan el ritmo cotidiano, la capacidad de detenernos a pensar, observar y reflexionar se ha vuelto cada vez más escasa, incluso entre los adultos. Sin embargo, los niños aún conservan intacta esa disposición natural para cuestionar, maravillarse y descubrir el mundo con ojos nuevos. Esta obra, pensada para el nivel de Educación Inicial, parte de la convicción de que la infancia encierra un potencial invaluable: una capacidad innata para construir sentidos, ejercitar la empatía y desarrollar el pensamiento crítico desde la curiosidad y la creatividad.
Fomentar estas habilidades desde los primeros años no solo fortalece el desarrollo individual de cada niño y niña, sino que también contribuye a forjar una sociedad más reflexiva, consciente y humana. Este libro es una invitación a acompañar a los más pequeños en ese proceso, a valorar su mirada fresca y profunda como fuente de aprendizaje y transformación. Que su lectura inspire a educadores, familias y mediadores a recuperar, junto a los niños, esa pausa necesaria para mirar el mundo con sensibilidad, imaginación y esperanza.