Durante las primeras décadas del siglo XVI los chinchas son reducidos al vasallaje del Tahuantinsuyo. Mallku, rey chincha, se ve forzado a huir, no sin jurar venganza por la usurpación del poder. Así, junto al último reducto de leales defensores, trazan un plan para hacer frente al invasor. Las estratagema los conducirá hasta la capital del imperio.