La rivalidad y las intrigas vividas en un colegio de clase alta de La Molina son revividas por el menor de la familia Salazar, mientras su hermano, que se aferra a la vida por un respirador, le recuerda los conflictos escolares, su gran amor, pero, sobre todo, sus momentos de gloria sobre el volante de un invencible auto clásico que le dio, en su adolescencia, ese control y esa seguridad que muchos años después perdería.