En Los días de Petronila, Héctor Meza Parra construye un puente entre la microhistoria y la épica libertaria, desafiando las narrativas hegemónicas que reducen la Independencia a gestas capitalinas. A través de Petronila Abeleyra —figura marginada en los grandes relatos—, el autor expone las tensiones entre lo íntimo y lo político, revelando cómo las decisiones individuales se entrelazan con los proyectos colectivos. Meza Parra no solo ficcionaliza archivos, sino que desmonta mitos: al plantear una posible relación entre Bolívar y Petronila, cuestiona la glorificación unilateral del héroe, exponiendo su humanidad contradictoria. Con rigor etnográfico y prosa lírica, la novela subvierte la centralidad limeña, posicionando a Tarma como eje simbólico de resistencia y memoria. Más que una ficción histórica, es un acto de reivindicación literaria: allí donde el poder silencia, la literatura da voz. Meza Parra, heredero de Rivera Martínez, demuestra que lo local no es exotismo, sino un prisma para interpretar lo universal. Una obra que dialoga con Guha y Sábato, recordándonos que la historia se escribe —y se reescribe— desde las grietas del olvido.
Francisco León
Escritor peruano