Rostros del Mediodía: Vivencias desde mi Propio Camino es una obra íntima, profunda y reveladora que nace de la pluma de Mauro Curilla Lazo, un testimonio auténtico de vida, forjado entre la adversidad y la esperanza. Más que una simple narración autobiográfica, este libro es un retrato vivo del Perú profundo, ese que rara vez se muestra en los medios, pero que late con fuerza en los corazones de quienes han experimentado las injusticias y las desigualdades del país desde sus raíces.
La obra recorre los escenarios que marcaron la existencia del autor: su niñez en Santa Rosa, Manta, Huancavelica; sus primeros años de trabajo en la Hacienda Casa Blanca en Cañete; y su experiencia como Docente en Pangoa, Satipo en nuestra Selva Central. Cada lugar es evocado con nostalgia, realismo y una sensibilidad que conmueve. En estos espacios, Curilla Lazo relata con honestidad las dificultades que enfrentó desde muy joven: la pobreza, la migración forzada, la búsqueda incansable de sustento y educación, así como los cambios sociales y políticos que marcaron su generación.
Uno de los grandes méritos del libro es su capacidad para trasladarnos a la vida cotidiana de un Perú olvidado por el centralismo y las políticas públicas. A través de relatos cargados de emoción y verdad, el autor logra dar voz a quienes muchas veces no la tienen, visibilizando las brechas sociales, la escasez estructural y la lucha constante de las familias rurales por salir adelante.
Sin embargo, más allá del dolor, en cada página también se respira una fuerza inspiradora: el amor familiar, la fe inquebrantable en Dios, la esperanza de un mañana mejor y el orgullo de pertenecer a una cultura que, a pesar de todo, sigue de pie. La figura materna y el apoyo de seres cercanos se alzan como pilares fundamentales en su camino, dándole al libro un tono esperanzador y profundamente humano.
Rostros del Mediodía: Vivencias desde mi Propio Camino es una invitación a mirar con nuevos ojos el pasado reciente de nuestro país, a reconocernos en las luchas de quienes vinieron antes y a valorar el coraje de aquellos que, como Mauro Curilla Lazo, no se rindieron y decidieron contar su historia. Una lectura conmovedora, que remueve la conciencia y enciende el amor por lo propio, por lo auténtico y por ese Perú que aún sueña con igualdad y justicia.