En un rincón donde las montañas hablan en susurros milenarios, Angélica Inga García regresa como guardiana de un legado sagrado. Tras años forjando saber en la ciudad, decide volver al Jardín Dorado para asumir la herencia de aquel pueblo andino que late bajo la piel de la tierra. Su llegada despierta en la comunidad sagrados recuerdos ancestrales y revela la lucha por preservar costumbres que desaparecen ante la modernidad.
Con cada página, el lector se adentra en rituales que vibran junto a la música del viento y los pasos de los últimos amuyas. Angélica recorre senderos dibujados por sus antepasados, enfrentando conflictos internos y las presiones de un mundo que olvida el valor de la memoria colectiva. A su lado, el Maestro Ñan siembra enseñanzas que iluminan la identidad de un pueblo al borde de la extinción cultural.
El Guardián del Jardín Dorado invita a descubrir cómo florece la esperanza cuando un corazón late para proteger los colores de la tierra. Esta novela cautiva con fuerza poética y pasión por la interculturalidad, recordándonos que cada semilla guardada es un puente hacia el futuro. Sumérjase en sus páginas y permita que el Jardín Dorado transforme su manera de mirar el mundo.