En un mundo donde la información circula sin fronteras y los límites físicos se desvanecen, la educación superior se enfrenta al reto de redefinir sus propios contornos. Este libro propone una visión audaz: concebir el aula como un espacio expandido, donde el conocimiento no solo se transmite, sino que se vive en comunidad, en red y en movimiento. La universidad ya no puede limitarse a sus cuatro paredes; debe resonar con las calles, las redes sociales, los laboratorios ciudadanos y los territorios digitales. En estas páginas, el lector encontrará un recorrido por experiencias, teorías y propuestas que rompen con el esquema tradicional de enseñanza y aprendizaje, invitando a pensar la universidad como un organismo vivo, permeable y comprometido con su entorno. Esta obra no solo es una crítica a lo que fue, sino una invitación a imaginar lo que puede ser: un ecosistema donde aprender se convierte en una práctica emancipadora, colaborativa y profundamente humana. Quien se atreva a cruzar este umbral descubrirá que enseñar hoy es también aprender a habitar el cambio con creatividad, ética y sentido transformador.