Este libro es una obra de ficción. Los nombres y personajes son producto de la imaginación del autor. Los lugares y sucesos se inspiran en sitios reales—como Barfleur, Lima, Cuzco, el Templo de Coricancha y Sacsayhuamán—pero se han adaptado con libertad creativa. Cualquier semejanza con hechos o personas reales es pura coincidencia.