Las pantallas llegaron para quedarse, también en la infancia. Este libro se propone dejar de lado el alarmismo o la ingenuidad para pensar, desde la complejidad, el rol de la tecnología en la educación inicial. El lector encontrará estrategias para usar recursos digitales como aliados del juego, la creatividad y la exploración, sin perder de vista que el vínculo humano sigue siendo insustituible. Esta obra es también un llamado a las familias educadores construir acuerdos, a formarse y a acompañar activamente este nuevo escenario. Porque educar en tiempos digitales no es resistirse al cambio, sino aprender a navegarlo con sensibilidad y criterio.