Como buen hijo de la ciudad roja —Puka Llaqta— de Lampa, indómito mensajero de mi región y país, siempre me ha gustado beber de la sapiencia, ascendencia y legado de mi pueblo, para transmitir la tradición de mi región, y así, promover turismo. Mucha es la riqueza natural y cultural de nuestros variados paisajes, pero es más relevante conocer que detrás de ellas, esta su asombrosa historia.
Concerniente a la Historia de la Provincia de Lampa, es necesario e ineludible, por un lado, acceder a las fuentes primarias, compilar los datos recopilados y procesar los sucesos históricos desde hace más de 10.000 años antes de Cristo (a.C.) y hasta el momento actual; y por otro lado, valorar los aportes de la cultura andina y amazónica, porque estas hacen de matriz en el desarrollo de nuestra provincia y región; poniendo en relieve los principios particulares que dinamizan nuestra sociedad, que la hace específica, divergente o diferente de otras sociedades o provincias del Perú.
En éste apasionante viaje acompáñanos, empapándonos de la sorprendente historia de la gran provincia de Lampa. Esta obra es, pues, el legado y compendio a la labor y reconocimiento,
a todos aquellos que dieron lo mejor de su existencia para dejar escrito, el escenario grandioso, de amor y sacrificio, para el progreso de nuestra provincia. El lector ha de ingresar a un escenario
grandioso, rodeado de altísimas montañas y nevados perpetuos, donde transitaron los primeros hombres cazadores, recolectores y agricultores, como son los cultores del arcaico, primitivos pobladores de Putusillani (Paratia), Lenzora (Lampa) y Huancarani (Pucará).
La provincia de Lampa, en el devenir histórico, muestra una milenaria, rica y vasta historia; es un centro generador de culturas, desde la presencia e influencia en su territorio, del puquina hablante: Qaluyo, Pucará, Tiwanaku y Qollas del Orcusuyo, que levantaron ciudadelas amuralladas: y también chullpas, mausoleos para entierros sucesivos de individuos de un mismo alto linaje. Y también, en la etapa autónoma, tenemos la presencia de los keshuas del gran Estado Inca que levantaron fortalezas formidables y adoratorios a sus dioses. Más tarde, aparece la etapa dependiente, donde los atrevidos y audaces hispanos de lengua castellana, invadieron estas tierras de altura, en busca de los metales preciosos de los incas, estableciéndose en poblados y caseríos.
Somos descendientes de estas tres grandes culturas: puquina, inca e hispana; legado de sus genes, y engranaje social; cada uno, con su idioma propio, sus dioses, costumbres y civilización. Los Pukaras,
emponderaron la lengua puquina, no solo puquinizaron a los uros, sino que lograron puquinizar a los pobladores de la cultura Tiwanaku. A decir de Alfredo Torero (1992:84): “El vigor cultural de Pucara le permitió más tarde puquinizar a Tiahuanaco, que tomó a su vez la posta para la extensión del puquina hacia el sur altiplánico, en desmedro de las hablas uroquillas, con las que contendio o convivio”.
El área de expansión puquina, comprendió no sólo a la hoy región Puno y buena parte de Bolivia, sino a una parte del Cuzco, la costa peruana (Arequipa, Moquegua y Tacna) y el norte chileno. Este extenso territorio puquina, en alguna medida, persistió de alguna manera hasta el primer tramo de la colonia. Al respecto, el padre Barzana, en una carta de 1594: “aludió a pueblos de habla puquina en el altiplano, en Arica, en Arequipa y en La costa de la mar, y señaló que eran en número de 40 o 50” (Bouysse-Casagne, 2020:289).
Encumbrando a los keshuas, abriendo los ojos a un nuevo horizonte; vivificando los músculos y la mente de un sueño de cinco siglos; rompiendo la canción nostálgica sobre las cumbres
bordeados de formidables pukaras y de extensos andenes agrícolas; para lanzar un nuevo grito de esperanza y redención para el trabajo y la libertad.
Y los sucesores del pueblo indo hispano, de aquel que se estableció en los tiempos de la colonia, encerrándose en el aislamiento helado de las minas y trapiches, villas y caserios de la provincia, derivado de su genealogía, alma y espíritu castellano. La ciudad de Lampa y sus pobladores mestizos, vivieron desde hace dos siglos, añorando la vivencia y el romanticismo virreinal, y se olvidaron del avance socio económico del mundo globalizado.
Llegamos de pronto, en este viaje paradisiaco, a la etapa independiente, donde describimos y analizamos nuestra fase republicana. En estos acápites, la presente obra intenta, conjugar una visión de conjunto de nuestra experiencia histórica provincial, desde inicios de la república hasta inicios de la tercera década del siglo XXI.
También te invitamos a conocer, la maravillosa Ciudad de Lampa; en aquellos tiempos, la portentosa Villa Virreinal Santiago de Lampa, ubicada entre dos espaciosas llanuras, la paradisíaca laguna colorada y los sinuosos contornos del río Lampa; cercana a cerros que, en sus entrañas guardaban y guardan minerales preciosos, como las minas de plata de Lurini, Paratia, Lamparaquen, Palca
y otras. Denominada en el periodo Inca “Puka Llaqta”, color de la sangre de la patria y alma de la nacionalidad; donde los lazos de identidad, son dinámicos, como las arterias que nutren de sangre al
cerebro y al corazón. Deleitarte con las tradiciones y prodigios de los distritos más recónditos de la Provincia de Lampa. Permíteme mostrarte estos paisajes y contarte sus anécdotas y fascinante historia.
Este texto, sobre “La Historia de la Provincia de Lampa: Autóctona – Colonial - Republicana”, busca deliniar nuestra actual identidad, la eventualidad que, conociendo nuestra historia, seamos mejor que ayer y hoy. Aquí, recurrimos al valor de la cultura y la identidad; pues la cultura interpenetra toda acción humana; y la consanguinidad de todas las sangres, acuñan nuestra cultura
andina y costumbres mestizas, siendo nuestra primigenia piedra mental, fragua nuestro amor a nuestra provincia, a la tierra que nos viera nacer, y a su geografía e historia, fungiendo como la raíz
nutricia de nuestra identidad. Este es el reto que esperamos corregir y reconstruir: ¿Qué fuimos?, ¿qué dejamos de ser?, ¿qué podemos ser sin perder lo mejor que tuvimos? Es un reto a definir que,
cae en el corpus y mente de las nuevas generaciones.
Finalmente, ponemos en claro que, al describir y analizar la Historia de la Provincia de Lampa, nos centramos en los sucesos específicos ocurridos en nuestra tierra; pero no podemos narrar y comentar una porción del mundo puneño-peruano, sin calar contexto regional y la interconexión con la historia del Perú y del mundo. En tal sentido, este enfoque integrador, en nuestro viaje al pasado, se halla inmerso en un periodo de larga duración, conlleva
inevitablemente ciertas limitaciones en el tratamiento de los temas, pues son abordados de manera panorámica en el contexto regional y nacional, destacando sus rasgos más significativos; sin embargo, retrotraemos algunos aspectos integrales, destacando sus rasgos más significativos, que explican y complementan una mejor comprensión de este ensayo histórico de la provincia de Lampa.