En conjunto, este libro presenta un espejo doble: por un lado, la distopía tecnológica que refleja nuestros miedos futuros, y por otro, la memoria ancestral que explica la grandeza cultural del pasado peruano. En el primer cuento, un creador de videojuegos despierta atrapado en su propia obra. En un universo bélico hiperrealista, donde el dolor y la muerte se sienten como reales, deberá enfrentar drones asesinos, IA rebeldes y, sobre todo, la duda más inquietante: ¿qué significa existir dentro de una simulación? Mientras que en el segundo cuento, disfrutamos de un viaje literario al corazón de los geoglifos peruanos. A través del mítico zorro Atoc, se revela la sabiduría de los antiguos geómetras de Nazca, capaces de unir ciencia, mito y cosmos en trazos eternos sobre la tierra.