Enrique, orgulloso de la grandeza de la historia de Moquegua, le canta en sus poemas. En algunos expresa la nostalgia de la distancia; en otros, la fortaleza para defenderla del maltrato. Uno de los poemas más relevantes es Forastero, donde exige respeto hacia Moquegua, empleando la poesía como palabra que pide y palabra que reclama justicia.
Deisi C. Rivadeneira Gámez
El poemario Un canto a la vida de Enrique Koc Chavera es una ventana íntima a su sensibilidad humana y a su profundo amor por la vida, la amistad, la docencia y el amor a Moquegua, tierra que lo vio nacer.
Sus versos revelan la mirada de un hombre contemplativo, sabio y agradecido, que entendía la poesía como un acto de entrega y reflexión. A lo largo de los poemas, se percibe el respeto por su vocación docente, donde la enseñanza aparece como siembra paciente de esperanza y conocimiento. Asimismo, celebra la fraternidad, la ternura y la fuerza del vínculo humano, siempre con un tono sereno que invita al recogimiento.
Su obra resulta importante porque preserva la memoria de una generación que valoró la palabra como vehículo de verdad y belleza. Entre líneas transmite valores de gratitud, amor por la tierra, compromiso con la educación y una búsqueda constante de trascendencia.
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