El cuento "La Yacumama", escrito por César Roberto Chaupis Espinoza, es una poderosa leyenda que surge de la rica tradición cultural de la Amazonía peruana. En él, la Yacumama, la Madre del Agua, se presenta como una serpiente mítica y ancestral, cuyo rol es mucho más que el de una simple criatura mitológica. Ella es la guardiana de la selva y sus aguas, la protectora de los animales, y la manifestación tangible del equilibrio vital de la naturaleza en este vasto ecosistema.
La historia está cargada de simbolismo y nos transporta a un mundo donde la selva no es solo un entorno físico, sino un ser vivo y protector. La Yacumama no solo cuida de los animales, desde el majestuoso jaguar hasta los coloridos guacamayos, sino que también es la furia imparable que se desata cuando el equilibrio de la naturaleza es amenazado. Esta furia se ve reflejada a través de varios incidentes que muestran las consecuencias de la ambición humana: desde los madereros ilegales hasta las empresas mineras que buscan explotar los recursos de la selva sin considerar su impacto.
En su narrativa, el cuento resalta tres grandes episodios que actúan como lecciones morales. Primero, los madereros ilegales que, al talar un árbol sagrado, son víctimas de la furia de la naturaleza, representada por la Yacumama, que destruye sus herramientas y les recuerda el respeto que se debe a la selva. Luego, el relato de la contaminación del río por una empresa minera, donde la Yacumama, al emerger de las aguas, purifica el río y elimina el daño causado, enviando un mensaje de que la naturaleza siempre encuentra una manera de restaurar su equilibrio. Finalmente, la historia de los cazadores furtivos, que aprenden a través de una experiencia aterradora que los animales son parte del patrimonio protegido por la Yacumama.
El cuento de "La Yacumama" no es solo una narración de terror o miedos ancestrales, sino una llamada de atención a la importancia de la preservación del medio ambiente y la necesidad de vivir en armonía con la naturaleza. El autor utiliza la figura de la Yacumama como un recordatorio del poder incontrolable de la selva, una fuerza que debe ser respetada y cuidada.
A través de la voz de los ancianos de las comunidades, el cuento se convierte en un legado oral que ha sido transmitido de generación en generación. No solo sirve para inculcar respeto hacia los recursos naturales, sino también para mantener viva la memoria colectiva y la conexión de las personas con la tierra que habitan.
En resumen, "La Yacumama" es una obra que subraya la necesidad urgente de respetar y proteger los ecosistemas, destacando la conexión profunda entre los pueblos originarios y su entorno. Es un cuento que nos enseña sobre la responsabilidad de cuidar el mundo natural para asegurar el equilibrio y la supervivencia de todas las especies, incluidos los humanos.