El tráfico ilícito de drogas es una de las perversas caras con la que se muestra el crimen organizado. Su estructura se basa en distintos niveles y jerarquías que van desde los jefes y financistas hasta los últimos eslabones de la cadena (los encargados de transportar y distribuir la droga). Una de las características más notables del tráfico es la superación de las fronteras nacionales por parte de sus personeros y el aprovechamiento de la economía globalizada, no solo para distribuir la droga, sino para el lavado de ingentes activos procedentes de esta abyecta actividad. La actividad delictiva transnacional caracteriza al tráfico ilícito de drogas, por cuanto existen países productores de droga y países de tránsito, así como centros de distribución y consumo, por lo cual debe ponerse de relieve que esta división no resulta tajante, ya que, a su vez, en cada uno de estos países ese circuito puede quedar completado