En todo poblado hay leyendas pueblerinas que tienen relación principalmente con aparecidos, fantasmas, casas en que “penan” u otras similares. San Bartolo no podía ser la excepción y –según se comentaba– había dos grandes tradiciones macabras que por años han circulado en la población. La primera leyenda se refiere a que en la calle de la Municipalidad, frente al parque, en la ruta de la esquina que va hacia el mercado, existía una residencia muy antigua y abandonada, lugar en que se escuchaban escalofriantes lamentos y durante la noche surgían aterradoras figuras. Esto había hecho que sus primitivos habitantes abandonaran la casona aterrados por las siniestras formas que allí aparecían y los espantosos chillidos que emitían, quedando descuidada y destartalada, sin que nadie quisiera vivir allí.