Los paisajes que describe, las anécdotas que refiere y los fenómenos
culturales que analiza están referidos siempre a los pueblos del Perú
con los que más se ha familiarizado y encariñado en su fecunda labor
pastoral y docente: Yauyos, Huarochirí, Cañete, Chiclayo, Lambayeque,
Zaña, Sipán, Piura, Arequipa, Lima. Su peregrinaje por todos estos lares
peruanos pronto cumplirá seis décadas, pues se inició en enero de
1960 cuando desembarcó en el Callao procedente de Barcelona. Desde
entonces, ha recorrido rincones diversos de nuestra patria alternando su labor pastoral con el estudio prolijo y amoroso de la historia y el folclore del pueblo que lo acoge. Un buen ejemplo de estos textos es su relato Dos horas en las Tumbas Reales de Sipán.
Dentro de este marco plácido, ilustrativo, con pinceladas de humor, se
insertan asimismo ensayos medulares que calan con hondura en temas de gran trascendencia espiritual y educativa. Nos referimos principalmente a los titulados; El desafío de la increencia y de la indiferencia religiosa, Las Humanidades en la encrucijada de los estudios universitarios, La verdadera belleza camino del humanismo cristiano.