Ciudad y territorio en los Andes, por su contenido fundamental para el conocimiento de nuestra propia historia de la antigüedad del Perú, es un tema actual entre los arquitectos, arqueólogos e historiadores. A ello se suma el que en esta obra se incluyan las últimas investigaciones, realizadas desde comienzos de los años ochentas, con nuevos aportes para el entendimiento de la vida de los antiguos peruanos, en un esfuerzo por indagar de qué modo nacieron, cómo se formaron y crecieron las ciudades, de qué manera evolucionaron con el tiempo y cuáles fueron sus experiencias, relaciones, problemas y respuestas al territorio en que convivieron.
Muchas son, a mi manera de ver, las contribuciones principales de José Canziani Amico a la configuración de la historia del urbanismo prehispánico: comprender la historia como un proceso del desarrollo humano que se desenvuelve en territorios, aglomerados urbanos o ciudades durante el periodo prehispánico, con una dinámica vigorosa de interrelación con su cultura, medio ambiente y territorio. Además de la concepción de la vigencia de la historia y la memoria como fuentes para aprender a conocer, a planificar y a transformar de manera creativa y sostenible nuestro territorio contemporáneo.
Los investigadores de ciencias como la arqueología e historia nos otorgan valiosos conocimientos sobre las formas de vida, la producción, la organización social y económica; el aporte de los arquitectos y urbanistas contribuye a extender el saber con los testimonios de los hechos urbanos y territoriales, a la maravillosa creación humana en su proceso civilizatorio. Cicerón, con una visión del mañana, percibió la importancia de las aglomeraciones urbanas cuando dijo: «ninguna cosa de las cuentas que se hacen en la tierra es más grata al Dios supremo gobernador del mundo todo, que las asociaciones y congregaciones de hombres legítimamente unidos a las que llamamos ciudades