Diario de un médico cubano en Perú, es el testimonio de un médico cubano que de la costa a la sierra peruanas libró una batalla de amor para arrancarle a la muerte una madre, un padre, abuelo o abuela de alguno de nuestros niños, o quizás un niño en sí que apenas comenzaba a desandar el mundo y al que el enemigo invisible y despiadado, el Covid19, se empeñaba en arrancar de nuestro reino terrestre.
Así comienza la historia en un hospital llamado La Caleta, apodado "Hospital de los pobres", bañado por las aguas del océano Pacífico. En las carpas que allí se erigían se llevó a cabo una gesta científico-religiosa, avalada por nuestros años de estudio y práctica y por aquel santuario que yacía a pocos metros, ese espacio sagrado para reclamar con humildad, más que otra cosa, fuerzas que nos permitiesen seguir luchando. A la vez, de nuestros compañeros de la atención primaria nos despojaban de la llegada de muchos casos graves con sus acciones de salud en el terreno.
Es, de alguna forma, también la historia de dos patrias y de la humanidad misma.