Se levanta el telón. El Perú es el gran escenario. Subimos a las tablas con 200 años de historia libres del yugo español. No ha sido fácil llegar hasta aquí. Las luces se encienden y viajamos con este caudal del mejor teatro peruano contemporáneo: junto a San Martín compartimos el sueño de la pariguana, una visita guiada al Panteón de los Héroes nos lleva al encuentro con las heroínas olvidadas de la Historia, cantamos junto a “La Agonía” el dolor de la esclavitud, atravesamos un campo lleno de poesía peruana hacia el hogar de Yerma, sufrimos junto al joven Vallejo su encarcelamiento, nos retorcemos junto a una mujer en parto en medio de la indiferencia al nacimiento, resistimos junto a madres y hermanas la guerra que ha llegado a las puertas de Lima, nos ocultamos junto al soldado Ánibal de las sombras de la violencia terrorista en Huamanga, participamos de un banquete con Mariátegui y Anna Chiappe tras la muerte de Sánchez Cerro, desciframos los tentáculos de la dictadura con la periodista Maya y bailamos junto a Diego y Edgar en la Discoteca Honey de Los Olivos. Nuestras heridas y nuestras esperanzas se reúnen aquí, en este prisma de teatro bicentenario, casi como en una revelación, un pasacalle de todas las sangres en el escenario.