En un lejano bosque ruso, la música de Iván Petróvich llama la atención de Olga y Zarkán, dos tigres siberianos quienes no pueden creer lo que escuchan: la voz del simio puede ser bella y, además, transmitir sentimientos de amor ¿Cómo es posible que el violento simio sea capaz de todo esto? Con la ayuda del tío Mijail y otros miembros de su manada, los tigres irán descubriendo entre otras cosas que los simios pueden guardar sus voces en cajas e incluso son capaces de amar a otros, pero ¿Qué habrá llevado a Iván a este lugar tan aislado? ¿Son los violentos simios capaces de amarse con tal intensidad como transmiten sus cantos?