Los cambios que se producen en el clima del planeta generan controversias, debates y algunas posturas políticas. Más lluvias, inundaciones, periodos prolongados de sequías, descongelamiento de los hielos antiguos, pérdida de glaciares, aumento de los niveles de agua de los mares, tormentas intensas, huracanes y tifones nunca vistos, temperaturas elevadas o muy bajas que producen extensos periodos de calor y de frío, son algunos de los fenómenos que generan importantes conflictos y ocasionan no solo grandes pérdidas económicas, sino también trascendentes problemas en los sistemas sociales.
Esta intensificación de los eventos climáticos extremos lleva a que las poblaciones afectadas tengan que trasladarse a lugares más seguros o donde puedan esperar a que «pase la tormenta». Los desplazamientos temporales o permanentes ya comienzan a tener un significado importante y afectan la dinámica de la vida cotidiana de muchas poblaciones en el mundo. La pérdida para las personas afectadas es una constante. La falta de trabajo, el cierre de escuelas, la desaparición de recursos con los que se sustentan y conviven, hace que ese traslado sea, en muchos casos, por un tiempo y, en otros, de manera permanente.