ISBN 978-612-00-6029-2

Reseña

El pintor de los milagros, como su nombre lo indica, nos narra la historia de un hombre que toma los pinceles para crear como muchos otros ya lo han hecho durante el transcurso de la historia, pero además, existe un factor primordial que hace de este libro uno diferente, imprescindible y emocionante ¿Cuál es este factor? Que nos cuenta no la historia de cualquier pintor, sino la de un afrodescendiente que lucha por su libertad pintando la imagen de El señor de los milagros, en la Lima del siglo XVI.
La historia de El pintor de los milagros, se va desenvolviendo además, gracias a una entrevista que Francisco sostiene con su fuente principal, Santiago, un hombre mayor que mientras prepara una celebración, cuenta al reportero la historia que su padre le ha relatado sobre una imagen, sobre una obra pictórica que ha sobrevivido el tiempo y las distancias, sobre la pintura de El Señor de los milagros.
“Pintor”, como así es llamado en la obra, es el protagonista de la historia sobre hombres y mujeres esclavizados, y a quien nosotros como lectores debemos recordar incluso después de haber leído la novela ya que, las vivencias de Pintor no son solo las de cualquier esclavizado afrodescendiente que trabaja en una hacienda y a la merced de las injusticias de su época, dominada por un ideal de supremacía blanca frente al hombre de color, sino que son las experiencias de un artista al que su lapso histórico lo mantuvo peligrosamente en el olvido, y a quien se puede reivindicar poco a poco gracias a esta obra.
El pintor de los milagros es una novela cruda en ocasiones, una obra que nos pone de frente a la tensión que denuncia y que enmarca una duda religiosa y genuina así como legítima en cualquier momento de la historia ¿por qué el hijo de Dios es una deidad de blancos? ¿Por qué se representa como un hombre caucásico? ¿Por qué no puede ser un hombre de piel oscura? Si bien en la obra tenemos un tanteo en ciertas respuestas, la novela también es una reflexión sobre lo que comprendemos como Dios, y si este es un ente que vemos como una evasiva para justificar una superioridad sobre el otro, o si este es nuestra salvación.

Finalmente, la novela guarda una muestra de fe, misma de la que nosotros como lectores seremos testigos y sobre la cual encontraremos interesantes planteamientos por hacernos pues, será nuestro trabajo decidir si la pintura que Francisco investiga es milagrosa o no, o si simplemente esa imagen con un Cristo moreno es solo el producto de una gran historia por conocer, leer y disfrutar.