Cuando uno visita Lamas se conecta con su cultura, pero
también con su belleza natural, a pesar que la pandemia creó
distancia, nunca logró distanciar al poblador de sus raíces y de
sus sabios conocimientos en el arte de la cerámica, esas
prácticas se mantienen vivas y muy pegadas al corazón, por el
orgullo de saber siempre que serán más que manos que labran
la arcilla, sino manos que moldean y transforman un pedazo de
barro en arte.
21/06/1979