El poeta que descubre en la fe; la puerta, la muerte, el asiento, la guerra, la paz y el camino para entregarse puramente a todo esto. Es una poesía en el que el ojo del hombre, el poeta, colabora, con el fuego en el corazón, en la mirada eterna de Dios. Y así, surge el fruto que consagra la esta de los inicios con el misterio de la perseverancia y se nos muestra, con su música, su ritmo, y sus versos como la suma de todas sus existencias.