ISBN 978-612-4420-98-6

Reseña

Cómo analizar la profundidad de un poema sino con las propias emociones y con las sensaciones que llevamos con nosotros después de su lectura. Los poemas van cambiando y mudando de piel, de sonido, de color y de formas, y es un privilegio estar cerca del autor para ser testigo del camino de sus propias palabras, y es un gusto que agradezco infinitamente.
Los poemas de Daniel Maguiña tienen la musicalidad de sus ilustraciones, y nos recuerda la importancia que tiene los juegos lúdicos en la comunicación de la vida. ¿Dónde termina el poema? ¿Cómo no encontrar poesía en los trazos que acompañan otros trazos que llamamos letras? ¿Cómo culminar las preguntas si las respuestas nacen como preguntas? Pues es en este punto, solo nos queda dejarnos llevar por una fauna silvestre que habita entre las hojas de este poemario.
La poesía de este bello libro también radica en la mirada nostálgica de sus personajes, en esta interactividad invisible con las historias que nos narra sus palabras, que se van tejiendo como una manta que nos permite cubrirnos de tanto mundo que miramos y del que entendemos poco. La poesía vive y ama cuando es un puente que nos lleva a otros mundos que lo sentimos tan nuestros como los recuerdos que llevamos.
Cada lector encontrará en estos caminos o poemas una propia versión de su historia, y les anhelo un excelente viaje por estas canciones que estoy seguro que el tiempo y el recuerdo no permitirán que olvidemos.