El rigor de mis desdichas es una novela plasmada en dos tiempos; el primero: un presente narrativo dónde el protagonista, Alfredo, recibe una llamada, anunciando la muerte de Germán, su padrastro; asimismo el protagonista se sumergirá en sus memorias de niñez y juventud, aquellas que lo marcaron y dejaron una huella imborrable en su alma. Preso en ese paréntesis existencial resurge sus vivencias al lado de Germán, quien quiere que siga sus pasos como abigeo. Pero él, por esas vicisitudes y giros propios de la existencia, logra evitar ese destino infame, saliendo de ese lugar enclavado en los andes peruanos.
Su tía Juana lo llevará a Lima, la cual se mostrará como una ciudad hostil, que atrapa como bestia silente a los habitantes que llegan a vivir en la periferia, haciendo que muerdan el polvo cargado de arena, pagando un derecho de piso por invadir esos eriazos. En esa dura existencia, Alfredo es testigo del accionar de Sendero Luminoso y la corrupción de las autoridades en su comunidad llamada Villa.