Si partimos de la premisa de que no todas las mujeres se embarazan, aun cuando no hay nada que lo impida, podemos darnos cuenta que el principal problema al abordar la discusión sobre el aborto desde la penalización es que se establece una referencia tanto limitada como injusta, porque se centra solo en un pequeño grupo de personas que tiene capacidad de gestar y porque propone un encause que ignora las circunstancias en que las mujeres tienen embarazos no deseados y enfrentan abortos clandestinos.