ISBN 978-612-47897-8-6

Reseña

Era un compromiso ineludible, un sueño colectivo, una acción intelectual destinada a participar en las efemérides y debates con ocasión del Bicentenario de la Independencia del Perú. Ni la pandemia, indiferencia letal del Estado, la inconcurrencia de la academia universitaria, pudieron lograr que no estuviéramos presentes en el campo de la cultura, para expresar lo que realmente somos como sociedad humana cuyas raíces son hispano-aymara.
Moho es un pueblo donde la magia de vivir, es una extraordinaria forma de responder a las grandes preguntas que siempre se ha hecho la humanidad. ¿Quién soy? ¿De dónde provengo? ¿Qué hago aquí? ¿Qué será de mí después de esta vida?
¿Hay otra forma de existencia? ¿Cómo es? Hay dos respuestas divergentes que provienen de dos culturas contrapuestas a estas preguntas. Una procede de la cultura andina y otra de Occidente.
Con la concurrencia de las ciencias sociales, especialmente de la historia crítica y dialéctica, ahora podemos hablar de una historia lineal que procede de la cultura griega. Se trata de períodos y acontecimientos que cambiaron el rumbo la historia de una parte de la humanidad. La otra historia, proviene de la concepción dialéctica andina. No hay dioses inventores sino padres creadores. La humanidad atraviesa por distintas eras para proyectarse hacia el futuro.
Moho es un pueblo donde hay más ciudadanos aymaras. Ese hecho se debe a la paulatina desaparición de mistis que han sido prácticamente desplazados por comerciantes que llevan o traen mercaderías hacia La Paz, Bolivia. Se trata de una antigua acción comercial que se practicó desde la instalación de la Repúblicas del Perú y Bolivia.
Ese intercambio de productos ha hecho que cada vez tenga mayor flujo económico. Es una acción permanente que permite la subsistencia de muchas familias. La carencia de un proceso de industrialización hace que la economía popular dependa de lo que produce Bolivia.
Sin embargo, no será posible transformar nuestras materias primas si el sistema educativo no forma cuadros de jóvenes capaces de fabricar instrumentos de labranza, que en vez de exportar metales, el Perú venda al mundo por lo menos piezas de tractores, computadoras, así como herramientas para la agricultura. ¿Llegará ese día? No hay otra salida que la industrialización paulatina. No hay otra vía para tener una economía emergente.
Durante 200 años de vida republicana, el Perú es uno de los países que no ha logrado sus objetivos sociales. No hemos sido capaces de construir una sociedad justa, democrática, igualitaria. Las dictaduras militares no han contribuido al necesario despegue social, al contrario, han luchado para que el pueblo peruano sea cada día más pobre.
Sin embargo, aunque sea demasiado débil la democracia, es el sistema para plantear un proyecto de desarrollo para muchos años. La violencia irracional no ha contribuido para solucionar las necesidades sociales de las zonas más pobres. Sin embargo, no hemos aprendido la lección, hay comunidades campesinas sumidas en la más grande pobreza. La democracia que debió haber cumplido una tarea de desarrollo armonizado, lamentablemente no lo ha hecho y ese es sin duda un acontecimiento grave.
Este libro es el inicio de futuros trabajos que nos hemos propuesto realizar. La tarea es analizar, imaginar y colaborar para que Moho cuente con fehacientes fuentes de trabajo y plantear una propuesta de desarrollo regional. Es decir, señalar que nuestra tarea es contribuir para conocernos mejor y tener propiedad para trabajar en conjunto.
Está presente en primer término el escritor peruano Mario Vargas Llosa, merecedor del Premio Nobel de Literatura 2010, por haber rememorado a un poeta peruano como es Carlos Oquendo de Amat, hijo de madre moheña, Zoraida de Amat Machicao, Carlos Oquendo es autor de los 5 metros de poemas. Carlos Germán Belli es un crítico literario que ha analizado la poesía de Oquendo. Hernán Amat Olazával y Mario Ibáñez Machicao, son intelectuales moheños de primer orden. Carlos Meneses, Antonio Muñoz Monge y José Luis Ayala Olazával, son escritores con evidente prestigio. Leoncio Mamani Coaquira, Fernando Chuquipiunta Machaca y Luz Delia Justo Pinto, completan un panorama y horizonte cultural con evidente calidad literaria.
Nada fácil es desde esta latitud sur del Perú, armar un libro que sea capaz de traducir las inquietudes y anhelos de un pueblo, que tiene derecho alcanzar un evidente desarrollo social y económico. Sin embargo, Moho durante 200 años de vida republicana ha sido abandonado no solo por el centralismo puneño, sino desde Lima. Cuando sus más esclarecidos líderes campesinos en 1923 formaron las falanges campesinas en diciembre de 1923, fueron acribilladas por las fuerzas del orden a cargo del Mayor Ejercito Peruano Luis Vinatea, que nunca fue juzgado como genocida.