«Escribir desde los torvos márgenes de lo admisible. Construir un yo poético en el que nadie desea personificarse. Cristalizar el horror por medio de un sarcasmo que amplifica la violencia, que hace insalvables las imágenes vejadas por las palabras. El Ciclo del Partido de la Caridad nace de ese barro impuro. Se extiende como una fábula aberrante, con la musicalidad del secreto sombrío. Hace suya la ofensa de embellecer y magnificar lo prohibido.»