En Nuevo Edén, lo tétrico se ha cristalizado en un espléndido y regocijado huerto floral, de ahí el nombre de "Ciudad de las flores".
La belleza es insólita, sin restricciones: flores aquí, allá, y los coloridos árboles que complementan… Vida a montones, el zumbido de las himenópteras se encarga de ese detalle; parecen ellas las únicas dueñas y en cierto modo lo son, sin embargo, no se han atrevido aún a construir sus panales o colmenas: las que ahí posan bajan de la montaña; de la misma desciende la lluvia, limitándose a extenderse a otros ambientes que no fuera el huerto.
Rioja (San Martín), ,
Poeta, Narrador, Ingeniero, Editor